Por: Luis Arritola
La Península de Balboa es una zona bellamente planeada y edificada en la que cada pie cuadrado ha sido urbanizado, con vista al mar o a la bahía el área es ideal para quienes gustan de un estilo de vida marítimo, tal vez con su propio bote o velero frente a la casa. El panorama diario es de gente cargando sus ski acuáticos y tablas de surfear, desde aquí se hacen salidas diarias en yate a la Isla Catalina o alrededor de la Bahía de Newport. Lejos queda la consi- deración inicial de hace mas de un siglo, de que la península era una zona “pantanosa e inundada”, razón por la que el gobierno la vendió a $1 el acre a James McFadden.
Pero eso fue en 1892, y la historia co- mienza años antes.
Pío Pico y José Andrés Sepúlveda sabían que de aquello se hablaría por muchos años. En 1852, cuando apenas cinco años antes California pasó a ser propiedad de los Estados Unidos, los dos californios mas ricos y poderosos de la Alta California protagonizaron una carrera de caballos de leyenda por el monto de la apuesta. Toda una fortuna: 500 yeguas, 500 vacas, 500 terneras, 500 bo-rregos, y $25,000 en oro.
La carrera se hizo sobre lo que ahora se llama Alameda Street donde cruza con la Se-venth Street, en Los Angeles, los animales fueron depositados en custodia en corrales cerca del puerto de San Pedro, el oro en carretas a la vista de todos los cientos de asistentes provenientes de ranchos y poblados a 100 millas a la redonda de El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles de Porciúncula.
El ganador de la mas famosa carrera de caballos en la época mexicana de California, con su yegua Cisne Negro, fue ‘Don José Andrés Sepúlveda’ dueño entre otras propiedades del Rancho San Joaquín, finca que incluía gran parte de la costa de Orange County, y que iba de la Bahía de Newport Beach a Laguna Canyon.
Sepúlveda se forjó una leyenda tipo The Great Gatsby, si no es que la inspiró, pues se volvió famoso por la extravagancia de sus fiestas, la excelencia de su hospitalidad (de echar la casa por la ventana), y su gusto por las apuestas y por los caballos de carreras.
Al poco tiempo, inmerso en un largo y costoso juicio creado a propósito para forzar a los Californios a perder sus ranchos, José Andrés Sepúlveda el antes caudaloso y derrochador hacendado, ya no pudo pagar la deuda de su hipoteca causada por préstamos de enormes intereses, y se vio forzado a vender en 1864 por una ridícula suma sus vastos terrenos de Rancho San Joaquín y Rancho Santiago de Santa Ana a sus demandantes y acreedores James Irvine, Llewellyn Bisby y Thomas Flint. Los abogados de estos, Andrew Glassell y Albert B. Chapman, se quedaron con otra porción del terreno.
Sepúlveda vivió desde principio de los años 1830 en una gran casa de adobe que mandó construir en la parte alta del lado oeste de lo que mas tarde se llamó la Bahía de “Newport Beach”. En 1842 Sepúlveda obtuvo del gobierno mexicano la concesión de terreno que incluía la Bahía alta de Newport y la mayor porción de la tierra costera de la Bahía baja. En 1876 James Irvine obtuvo las partes de sus socios quedando como el único dueño del Rancho Santiago de Santa Ana y de Rancho San Joaquín.
Surge Newport Beach
En 1870 surge el nombre “Newport Beach” para nombrar al área costera en la que se encuentra la Península Balboa, que en poco tiempo se convertiría en un balneario y centro de recreación frente al mar muy concurrido desde el centro de Los Angeles, y de los pueblos de Anaheim y Santa Ana, a menos de 15 millas de distancia.
La mayor atracción de la Península de Balboa a partir del 4 de Julio de 1906, fue el Balboa Pavilion, un restaurante y salón de baile que sirve de punto de partida hacia el océano de un lado, y hacia las pequeñas islas Balboa, Harbor y Lido, del lado de la bahía.
Con la vía férrea Santa Ana – Newport terminada, la afluencia de gente hacia Balboa Beach aumentó significativamente, pero fueron el Balboa Pavilion y el auge de la industria del cine en Hollywood, lo que convierte a Newport-Balboa Beach en sitio preferido de las celebridades de Hollywood, y de la creciente inmigración del Este del país al sur de California.
Muchos residentes de Los Angeles, Santa Ana, San Juan Capistrano querían conocer el Pavilion, los tranvías eléctricos de la Pacific Electric Red Car subían y bajaban pasaje de hombres y mujeres vestidos elegantemente que llegaban a pasar el día entero en la playa.
Ese año de 1906 muchas cosas suceden para Newport Beach. Con una población de 445 habitantes, se incorpora como ciudad y el Balboa Pavilion es terminado a un costo de $15,000. Balboa además es incorporada a la ciudad de Newport y el ferry de Balboa empieza a operar. También empieza el servicio de tranvía al Pavilion y a la Península de Balboa y La Habra.
Balboa Pavilion
El emblema más famoso de Newport Beach es el histórico Balboa Pavilion, uno de los pocos ejemplos en California que aun sobreviven de los grandes pabellones recreativos frente al mar construido a inicios del siglo pasado. Inaugurado hace más de un siglo, en 1906, por la Newport Bay Investment Company, el pabellón desempeñó un rol definitivo en el desarrollo de Newport Beach como un área de recreación frente al mar, con más de veinte actividades marítimas que incluyen el viaje en velero y en botes rápidos.
El permiso original fue concedido para construir y mantener un edificio que sirviera con los propósitos de ser un pabellón, balneario y embarcadero de botes, con 210 pies frente al agua. Fue construido por Chris McNeil, el mismo que cinco anos antes había estado a cargo de la edificiacion de la Corte de arenisca roja en Santa Ana. El Balboa Pavilion es reconocido por su largo techo inclinado y su esplendida cúpula estilo Victoriano que corona el edificio.
Fue completamente terminada el 1 de julio de 1906 para coincidir con la terminación de la línea de tranvía de la Pacific Electric Red Car Line que empezaba en Pasadena, bajaba por Los Angeles y Long Beach para terminar en el centro de Balboa. Asimismo,con el propósito de atraer compradores, el muelle y el Hotel Balboa fueron construidos para coincidir con la fecha.
El 4 de Julio de 1906, cuando la línea del tren inicio sus viajes, cerca de 1,000 personas tomaron el viaje de una hora en los tranvías rojos desde Los Angeles para una celebración de Independencia disfrutando la playa, el Pavilion y el muelle.
El edificio consistía de un gran salón de reuniones de 8,000 pies cuadrados en el segundo piso, y un primer piso con un baño público donde la gente podía cambiar sus ropas de ciudad y ponerse su traje de baño. A partir de entonces cada 4 de Julio un desfile en traje de baño reunía a grandes cantidades de personas en Balboa. En los anos 1920’ fueron famosos y muy concurridos los concursos de traje de baño frente al Pavilion. Tambien se hicieron populares la renta de botes y las excursiones para admirar la bahía. El Pavilion continua ofreciendo esas actividades.
Otra fama adquirida por el Balboa Pavilion fueron sus bailes. La era de las Grandes Bandas en los anos 30’ atrajeron cientos de bailarines que competían por ganar premios y trofeos de baile. Los fines de semana se podía escuchar a Benny Goodman, Count Basie y otras bandas de la época. Phil Harris y su banda eran los que tocaban regularmente entre semana. Un estilo de baile llamado “Balboa” o “Balboa Hop”, fue creado en el salón de baile del Balboa Pavilion y difundido por todo el país. La entrada al salón era gratis, pero por cada pieza de baile la pareja pagaba un ticket de cinco centavos.
Pasada la época de esplendor del salón de baile, en el curso de las décadas del siglo pasado, Balboa Bay se estableció como un prestigioso sitio para la pesca de competencia, el surfeo y otras actividades de playa. Actualmente, el ambiente de tiendas, restaurantes y sitios para escuchar música y conversar a lo largo de Balboa bulevard, sobre la Península, tiene una atmósfera única, irrepetible. El Pavilion terminó siendo un lugar distintivo no solo de Newport Beach, sino de la costa Oeste de los Estados Unidos, obteniendo en 1968 el titulo de Símbolo Histórico del Estado de California con el #959 del State Historic Landmark, y el #84000914 de la lista del National Register of Historic Places. Visite: www.balboapavilion.com.