Las modas cambian y no dejan de sorprendernos. Por ello, no es raro que las cejas gruesas se hayan transformado no solo en un símbolo de belleza, sino también de juventud.

Las modas han afectado mucho a esta parte del rostro, desde las cejas ultrafinas de los años 40, que volvieron luego en los 70, a las gruesas que se llevaron en los 80 y que Delevingne ha vuelto a resucitar: espesas, rotundas, mucho más oscuras que el color de pelo y que enmarcan unos ojos de gato. Es lo que muchas pedirían a los reyes magos de la belleza. Sin embargo, seguir las modas en este tema no es lo más aconsejable.

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