¡Saludos mis queridos muchachos! Después de leer varias cartas veo entre líneas que mucho del sufrimiento que aqueja a mis niños proviene de la falta de perdón. Les duele mucho que una persona les falló, los traicionó, alguien les mintió o esperaban algo de alguien y nunca lo hizo, o porque se sintieron juzgados, o bien porque alguien le dio su palabra y la rompieron, en fin porque esperamos algo de alguien que no sucedió. Generalmente la otra persona ni se entera o se le olvida la afrenta pero… a uno se le queda el dolor incrustado en el corazón.
Retomo ese tema porque de verdad que no tiene sentido que tanta gente viva con tanto dolor y sobre todo porque es algo que está en nuestras manos solucionar. ¿Pero cómo quizá van a decir? ¡Si la otra persona ya no vive aquí, le perdí la pista, es más ya hasta se murió! Bueno pues si se puede y se puede porque sólo se necesita a quien perdona y la otra persona es posible que ni este presente y ni se entere. ¡El importante eres tú! Lo importante es lo que tú sientes, lo que está adentro de ti. Necesitas encontrar la forma de limpiar tu corazón, de deshacerte de cargas, del pasado que te persigue y te mantiene atrapado sin dejarte realmente disfrutar el presente.
Ya casi es fin de año y esta es nuestra oportunidad de cerrar bien este ciclo, de empezar el próximo año ligeros, renovados. Es una oportunidad de tomar conciencia de que podemos vivir mejor, que merecemos vivir mejor. ¿Algo del pasado va a cambiar? No, pero si tu persona.
Nadie va a ser por nosotros lo que nosotros no hagamos por nosotros mismos. Vale la pena usar el poder del cambio tenemos para liberarnos del sufrimiento. El sufrimiento le quita el sabor y el color a la vida, no permitamos eso.
LA RECETA DE HOY
La receta de hoy consiste en tomar una maleta grande y llenarla con todas las telarañas de tu mente, colocar las heridas que hasta hoy te molestan y te causan dolor, doblar y guardar los recuerdos feos y frustrantes, meter todas las caras de enojo, de desaprobación, los dedos que te juzgaron y todas las piedras en el zapato que te quedan.
Cerrar la maleta y tirarla al olvido. Sustitúyela por una bolsa llena de sonrisas, buena onda, sueños, valor, amor real por ti mismo y todo lo que tú consideres que te va a ayudar a ir hacia donde tú quieres este nuevo año.
Recuadro
Gracias por vivir conmigo este viaje através de esta columna. Los quiero y aprecio su confianza, su cariño y sus cartas. ¡Feliz año para todos!