Escuelas, restaurantes y tiendas de comestibles cerraron a lo largo y ancho del país, desde Los Ángeles a Chicago y Nueva York.
La protesta se llamó “Día sin inmigrantes” y se difundió a través de las redes sociales.
El objetivo era que los trabajadores nacidos en el extranjero se rehusaran a participar en la economía estadounidense por un día.
Unos 50 restaurantes en Washington cerraron este jueves, así como en otras ciudades como Boston y San Francisco.
En el Pentágono en Virginia, sede del Departamento de Defensa de EE.UU. en donde trabajan 25.000 personas, al menos siete restaurantes anunciaron que cerrarían por el día.
En Massachusetts, el museo de arte de la Universidad de Wellesley removió todas las obras de arte donadas o creadas por inmigrantes.
En Nuevo México, el estado de EE.UU. con mayor porcentaje de residentes hispanos, muchos comercios cerraron desde Albuquerque a Santa Fe.
Parado sobre el mercado de la calle 9 en Filadelfia, que reúne diferentes negocios de comida internacional, Rani Vasudeva se sorprendió con la tranquilidad de una zona habitualmente bulliciosa y movida.
“Es muy triste”, dijo el profesor universitario de 38 años.
“Te das cuenta del impacto que tiene la comunidad de inmigrantes. Nos necesitamos los unos a los otros en nuestra vida cotidiana”. Una escuela en la capital, Washington DC, decidió cerrar por el día para permitirles a los maestros protestar.
Los 426 estudiantes de primaria de la escuela Latin American Montessori tuvieron el día libre en solidaridad con el boicot.
Las reacciones en internet
Miles de usuarios en las redes sociales expresaron su opinión sobre el boicot bajo la etiqueta#DayWithoutImmigrants (#DíaSinInmigrantes).
La usuaria @LyssaG21 tuiteó: “Muchos de los inmigrantes en nuestro país trabajan por salarios bajos que muchos estadounidenses no están dispuestos a ganar, recuerden eso”.