Foro Comunitario en los AngelesPor: Luis de la Teja.-

Tras la amnistía con ley Simpson-Rodino de 1986, queda en evidencia que sin corresponsabilidad en un programa de trabajadores temporales y un incremento de visas equiparable a la demanda del mercado, se generan círculos viciosos; porque ni la Ley del “garrote” con la aplicación de sanciones económicas para los empleadores de trabajadores ilegales, disuadió a los empresarios a beneficiarse de un sistema quebrado; ni la “zanahoria”, como amnistía generalizada para los indocumentados, no propició una planeación estratégica de las regiones expulsoras, para contener la emigración, dejando a regiones mexicanas altamente vulnerables dependientes de las remesas.

México, con el 25 % de su fuerza laboral en edad productiva avecindada en los EU, no se puede dar el lujo de no contar con políticas públicas que le sean benéficas; del las cuales el 10% es altamente calificada, siendo el principal activo del país; ante la posibilidad del cambio que se aproxima en el status quo migratorio de su principal socio comercial, tiene la posibilidad histórica de actuar, no solo para defender los intereses mexicanos., sino para llevar a la práctica el llamado de corresponsabilidad que formuló en la conferencia “Gestión de la frontera México-Estados Unidos” del COLEF en Tijuana Alan Bersin, subsecretario para Asuntos Internacionales del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos y asesor principal de la Secretaria Janet Napolitano.

Detalló, que la “doctrina de la corresponsabilidad”, sería una tercera etapa en la relación entre México y Estados Unidos, al considerar la de 1993 a 2001, el gobierno estadunidense determinó reforzar sus fronteras y reconoció que en esos años, aunque no se concretaban acuerdos, sí había diálogo; la segunda de 2001 a 2007 fue la de implementar más elementos que cuidarán sus fronteras, así como más tecnología y más infraestructura, pero sin mucho diálogo entre los dos países, por lo que esta tercera etapa será la de corresponsabilidad.

De aprobarse esta reforma en EU, la gestión migratoria que se espera de México deberá plantear incentivos para restablecer la circularidad del flujo y el Derecho de retornar a México bajo el principio de repatriación de capital humano.

Sobra decir, que al igual que México; la política migratoria es una decisión interna de Estados Unidos. El hecho cierto, es que tanto para quienes simpatizan como para quienes se oponen a la reforma, han cuestionado el papel pasivo que en otros tiempos México jugó, de recriminar sin contar con una legislación migratoria doméstica propia.

El escenario político ha cambiado; tras la voluntad política del PAN, PRD, PRI y recientemente del PVEM, signada en el Pacto por México, bastó para motivar el viaje a nuestro país, del gabinete económico y comercial entre EU y México que se reunieron el pasado 24 de enero en la capital del país junto con el Embajador Norteamericano Anthony Wayne, los subsecretarios adjuntos del Departamento de Estado, Jose W. Fernandez; de Comercio, Michael Camuñez; Tesoro, Charles Collyns y de Transporte, Susan Kurland para entrevistarse con sus contrapartes mexicanas, es claro indicativo que bajo la corresponsabilidad de políticas para el desarrollo entre los socios comerciales, se podrá profundizar en los vínculos que los unen, y asi con resultados lograr flexibilizar la lógica de control migratorio.

Empero, la multiplicidad de contactos gubernamentales, no implica de facto –de hecho- el progreso en la relación binacional, por el contrario sin una evaluación exhaustiva de los intereses comúnes que nos unen, la relación tiende a viciarse en el cúmulo de contactos formales e informales a todos los niveles burocráticos, sin que se traduzcan en beneficio para nuestras comunidades.

Solo con acciones concertadas, entre contactos no gubernamentale, s como la reciente gira a un foro comunitario en los Ángeles California con los consejeros de Asuntos Políticos del Consejo Consultivo del IME de todo EEUU. al que asistió el nuevo director del IME, Dr. Arnulfo Valdivia acompañado de una delegación bicameral de congresistas mexicanos que presiden la comisión de migración Dip. Amalia Garcia (Ex Gobernadora de Zacatecas), Senadora Gloria Guevara, junto con el Sen. Juan Carlos Romero Hicks, presidente de la Comisión de Educación, es como se puede establecer una Agenda de los Mexicanos, medible, cuantificable, que aproveche el capital humano que cuenta México con sus comunidades en el exterior, como principal activo, para hacer de la democracia participativa la posibilidad de transformar a México.

En este foro se propopuso impulsar la credencialización electoral en el exterior y los derechos de la diáspora a ser elegidos y tener una representación en el legislativo.

Valdivia afirmó relanzar» el IME significa en sus planes básicamente orden. «No podemos permitir que los programas para los mexicanos en el exterior compitan entre sí como hoy ocurre La duplicidad de funciones, observa el director del IME, se observa en todas las áreas de atención: en lo social, educativo, salud y hasta en el 3×1 que tiene su fase de proyectos productivos.

El papel que juegue el congreso mexicano para implementar una política de estado de la gestión migratoria es decisiva para que la institucionalización y coordinación de los 68 programas actualmente dispersos, tengan un tren de aterrizaje en los gobiernos locales, reconocidos como actores globales en los acuerdos inter institucionales suscritos con sus contraparte en el exterior.