La cita para hablar sobre derechos humanos entre Cuba y Estados Unidos empieza a tomar forma, aunque no tan precisa como parecía desear La Habana. Un alto funcionario cubano anunció el jueves que la isla proponía empezar a hablar del tema que tantas diferencias ha provocado en una reunión —diferente de los encuentros para normalizar relaciones— que tuviera lugar el próximo martes en Washington.

Pero fuentes oficiales estadounidenses han precisado que dicha cita solo será un «encuentro de planificación para discutir la metodología y estructura de futuras conversaciones sobre derechos humanos».

El tema de los derechos humanos es el «más difícil, pero el más importante» en el proceso de acercamiento tras más de medio siglo de tensiones, según ha reconocido en varias ocasiones la jefa de la delegación negociadora estadounidense, Roberta Jacobson.

Ese es el punto en el que, desde que comenzaron las conversaciones para normalizar relaciones en enero en La Habana, se han constatado una y otra vez «profundas diferencias», como lo califica Jacobson. Su contraparte cubana, Josefina Vidal, prefiere hablar de «diferentes concepciones» sobre lo que son derechos humanos.

Estados Unidos ha declarado una y otra vez que su decisión de normalizar relaciones con Cuba no implica un cambio de objetivo final, que es ver una transición hacia la democracia en la isla y, por ende, un mayor respeto a los derechos humanos —especialmente la libertad de expresión y de reunión— de todos los cubanos, incluidos los disidentes.