Imagina el ambiente norteño; añádele joyas coloniales, sierras cubiertas de verde, el rumor de ríos y cascadas y un poco de desierto. ¡Eso es Durango! En el centro del estado, en el Valle del Guadiana, se asienta esta bella ciudad norteña conocida como “La Perla del Guadiana”. Sus orígenes se remontan a 1563, año en que fue fundada por el conquistador español Francisco de Ibarra. Caminar por su centro histórico es equivalente a recibir una lección de arquitectura. En sus calles se erigen más edificios históricos que en cualquier otra ciudad del norte del país. Durango gozó en la antigüedad de gran importancia al ser una de las paradas del Camino Real de Tierra Adentro, una ruta comercial usada desde tiempos prehispánicos y declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.

 

Hoy día, los palacios y las mansiones duranguenses se han convertido en centros culturales y museos que resguardan reliquias, piezas de arte religioso, archivos históricos y colecciones etnográficas. Además de una vasta riqueza histórica y cultural, Durango atesora bellezas naturales donde es posible realizar un gran abanico de actividades al aire libre. Sus montañas, ríos, lagos, bosques y desiertos te invitan a vivir la adrenalina al máximo. Si prefieres unas vacaciones más tranquilas, quizá en compañía de tu familia, aquí encontrarás opciones de ecoturismo. Para pasar la noche, puedes elegir desde una cabaña con una increíble vista a la sierra hasta un exclusivo hotel boutique.

 

Las ferias y los festivales en Durango son famosos por su colorido. Quizá la más conocida sea la Feria Nacional de Durango, que se celebra en julio para conmemorar el aniversario de la fundación de la ciudad. Otro evento popular es la fiesta de Nuestra Señora del Refugio. Durante este festejo, se realizan juegos pirotécnicos y personajes conocidos como matachines interpretan danzas acompañados por bandas de instrumentos de viento.

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