“Hace 56 años, el Big Bopper y yo ganamos un sorteo para viajar en avioneta a nuestro próximo evento con Buddy Holly. Cuando escuché que el costo del vuelo era de 36 $ por barba (el alquiler de todo un mes para mis padres) le cedí mi asiento a Ritchie Valens. Y, a diferencia de todos los presentes en esa habitación esa noche, he vivido para contarlo.
Todavía echo de menos a mis amigos. ¡Eran chicos maravillosos!”.
Bonito recordatorio de Dion hoy que se cumple el 55 aniversario del accidente en que perdieron la vida sus colegas músicos, pero es sólo una de las varias teorías que circulan sobre lo que sucedió los días 2 y 3 de febrero de 1959, noche del luctuoso suceso.
La teoría más aceptada es la que dice que el alquiler de una avioneta que les trasladara de Iowa a Fargo era cosa de Buddy Holly y sus nuevos Crickets, cansados de viajar en un autobús escolar porque se estropeó el de la gira.
Aunque tenían que viajar ellos, finalmente no lo hiceron. Waylon Jennings, el nuevo bajista de los Crickets, le cedió su sitio en la avioneta a The Big Bopper, que tenía gripe. Y Tommy Allsup, guitarrista de Crickets, se jugó su sitio en el aparato a cara o cruz con Ritchie Valens y lo perdió. Frankie Sardo completaba el tristemente célebre cartel del “Winter´s Dance Party”.
Los cambios de pasajeros en la avioneta dieron lugar a comentarios, en broma, de algunos de los miembros de los grupos:
Buddy Holly: “¡Espero que tu autobús se congele!”.
Waylong Jennings: “¡Espero que tu avión se estrelle!”.
Comentarios de los que se arrepentiría la futura estrella del country hasta el final de sus días. Absurdo complejo de culpa: Waylon salvó la vida por ser buena persona.
Conocido el fatal accidente, el 3 de febrero tocaron en Fargo, Bobby Vee & The Shadows.
La gira continuó con Fabian, Frankie Avalon y Jimmy Clanton como sustitutos de los fallecidos, y Frankie Sardo, Dion & The Belmonts y The Crickets, completaron los conciertos que restaban de la misma. Con un par. Eran otros tiempos.
Ya a principios de los años 70, Don Mclean compuso su célebre “American Pie” en homenaje a aquel triste y devastador Winter´s Dance Party en el que murieron tres jóvenes promesas del rock and roll. En sus propias palabras, el día que la música murió.