Oaxaca, que se pronuncia “Oajaca”, es la ciudad capital del estado que lleva el mismo nombre. Ubicada a 470 kilómetros de la ciudad de México, ofrece un excelente clima templado todo el año, gracias a una altitud de mil 500 metros sobre el nivel del mar.

Pero más que sus motivos climáticos, son su cultura y la calidez de su gente los principales motivos para viajar y dejarse envolver por el universo oaxaqueño.

El colorido estado de Oaxaca

Rica en historia y cultura, Oaxaca es un fascinante destino donde confluyen civilizaciones milenarias,

arquitectura colonial y tradiciones vivas. Fundada como ciudad novohispana en 1529, esta tierra ya conocía civilizaciones zapotecas e incluso asentamientos prehistóricos.

A pocos kilómetros de la  ciudad se encuentra la zona arqueológica de Monte Albán, que fue el sitio militar y religioso más importante del valle de Oaxaca. La ciudad tuvo su esplendor entre los años 500 A.C. y 800 D.C. El estado de conservación de la zona arqueológica es tan bueno que permite imaginar la actividad diaria en sus calles, las ceremonias en sus templos, o los juegos de pelota. Esa cumbre, desde donde los zapotecas dominaron el panorama ante cualquier invasión enemiga, hoy es el mejor lugar para tomar las mejores fotografías de la zona.

Monte Albán es la zona arqueológica más importante del estado, sin embargo hay otras que merecen tu visita, como Mitla, Yagul y Dainzú.

La capital del estado mantiene su esencia colonial.

Feria de San Matías

 Esta celebración se lleva a cabo cda año desde el 22 al 26 de febrero en el estado de Oaxaca

 En esta fiesta existen gran exposición fotográfica  y pictórica que ofrece cuadros diversos entre ellos tomas del Matías Romero de ayer;

 así también exposición ganadera en la calle Ejido  a un costado del salón tehuano   también el gran jaripeo en la calle Porfirio Díaz esquina con cinco de Mayo a partir de las 6 de la tarde; de igual manera los bailes populares que inician con una noche disco el día 23 y continúan 24 y 25 de febrero en el Casino Kristal.