Una caloría es una unidad de energía. El cuerpo requiere calorías para desarrollar operaciones metabólicas esenciales, como hacer funcionar el corazón, los pulmones, los riñones, los intestinos, la piel, etc. La cantidad mínima de calorías que se requiere para subsistir (en reposo) se llama Metabolismo Basal. El metabolismo basal depende de la edad, sexo, estatura, y peso de la persona y se presenta en calorías/día.

La tasa metabólica es incrementada por el nivel de actividad de cada uno. Para calcular nuestra tasa metabólica, se puede usar la fórmula Harris Benedict, la cual multiplica las calorías/día del metabolismo basal por el nivel de actividad. Otros factores que puedan afectar la tasa metabólica es masa muscular, liberación de ciertas hormonas, el uso de cafeína o tabaco, y la temperatura corporal, entre otros.

En cada libra contiene 3,500 calorías. Por lo tanto, para perder 1 libra por semana, hay que consumir 500 calorías menos por día (o quemarlas con ejercicio), teniendo cuidado de no consumir menos de 1,200 calorías para mujeres y 1,500 calorías para varones. Esta cantidad se convierte en nuestro Presupuesto de Calorías de acuerdo a nuestra meta.  Así cómo cuando tenemos un presupuesto para ir de compras, calculamos los precios y los comparamos con la cantidad y calidad del producto. De la misma manera se debe hacer con la comida. Una vez sabiendo cual es su presupuesto de calorías, es necesario fijarse en las etiquetas de los productos alimenticios para determinar su valor calórico. También se puede usar un pulsómetro (heart rate monitor) para determinar las calorías quemadas como resultado del ejercicio.

Para calcular su propio presupuesto de calorías, puede buscar por internet una calculadora de metabolismo basal, la mayoría de las cuales son gratis. De allí puede usar la fórmula Harris Benedict para determinar su tasa metabólica diaria. Finalmente, es necesario ajustar ese número, restando o agregando la cantidad de calorías necesarias para perder o subir de peso, respectivamente.