En apoyo a reforma

Cientos de miles de inmigrantes se congregaron el miércoles en distintos estados del país para pedirle al Congreso federal que apruebe una reforma migratoria amplia que legalice y permita la ciudadanía para millones de indocumentados, y al gobierno que frene las deportaciones.

La principal marcha se desarrolló en Washington D.C. frente al Capitolio, donde delegaciones de una treintena de estados llegaron a primera hora del miércoles en caravanas de autobuses, vehículos particulares y trenes, recordando los movimientos registrados en la primavera de 2006 cuando el Congreso debatía dos proyectos de ley que, tras un largo debate, fueron desestimados.

Bajo el lema “Es Tiempo”, la manifestación A10 (Abril 10), convocada entre otros por Casa de Maryland, el Sindicato de Empleados y Servicios (SEIU) y con el apoyo de la Alianza para la Ciudadanía (A4C) y el Center for Community Change, se registró en momentos en que el Congreso se alista para recibir un anteproyecto de ley que está siendo redactado por un grupo bipartidista de ocho senadores (cuatro demócratas y cuatro republicanos).

El plan incluiría una dura vía de legalización con ciudadanía, pero la ruta se abriría una vez se garantice la seguridad en las fronteras y se frene el cruce indocumentado.

Con camisetas blancas

Los miles de manifestantes congregados en Washington DC llegaron a pie, en auto, en autobuses, de cerca y de lejos, con camisetas blancas y un mismo mensaje: “¿Qué queremos? Reforma Migratoria; ¿Cuándo? Ahora”, se leía en pancartas regadas entre cientos de banderas de Estados Unidos.

Cambio de rumbo

El nuevo escenario se presentó inmediatamente des-pués de la reelección del presidente Barack Obama en los comicios del 6 de noviembre, resultados que obligaron a los republicanos a regresar a la mesa de negociaciones ante el temor de perder más voto hispano y dificultar el regreso a la Casa Blanca.

Alabama, siguiendo los pasos de Arizona, aprobó una de las leyes antiinmigrantes más restrictivas del país, la HB 56, bajo el argumento de que el gobierno federal no había actuado con el tema de la inmigración. Aunque muchas de las cláusulas más controversiales han sido frenadas, el efecto de la ley sobre la comunidad inmigrante del estado fue devastador.

“Es importante estar aquí porque tenemos que hacer cambios que beneficien no sólo a unos cuantos. Es importante que quienes tienen la responsabilidad de crear nuevas leyes nos vean y conozcan de primera mano la necesidad de la gente”, dijo Nava, quien es originario de Morelos, México.

Iniciativa de Forma Lenta

El Grupo de los Ocho había anunciado que tendría listo el plan de reforma migratoria a mediados de marzo antes del receso de primavera. Pero desacuerdos en los programas de trabajadores permanentes, seguridad fronteriza y visados para trabajadores profesionales han dilatado las conversaciones.

“Somos optimistas de que seremos capaces de introducir legislación dentro de poco”, explicó una fuente del Congreso en un correo electrónico enviado el martes por la noche a AFP. Versiones de prensa indican que de entregarse en tiempo el plan al Comité Judicial del Senado, el debate comenzaría el 17 de abril.

“Es bueno que los senadores y el público dispongan de semanas para estudiar la propuesta antes de que el comité de Asuntos Judiciales abra el período de enmiendas”, declaró por su parte Alex Burgos, portavoz del senador Rubio.