Migrantes subclase doblemente vulnerable en EU y México
Luis Manuel de la TejaMiniondas
Mientras se desvanece la posibilidad de una reforma migratoria en Estados Unidos, el patrón migratorio ha dado un vuelco inesperado por el que es urgente un dialogo binacional que no solo aborde el status quo de millones de indocumentados, de millones de atorados en trámites burocráticos, de millones de trabajos ocupados por individuos inelegibles; sino que además corrija las condiciones que crearon esta situación e instrumente nuevas políticas migratorias ahora insuficientes por el hecho de que ambos países envían y reciben migrantes vulnerables y de que existen amplios sectores de la población afectados por los nuevos flujos migratorios; tales como repatriados y niños no acompañados, de los cuales ambos gobiernos son responsables del acceso de estos grupos a los bienes sociales a los que tienen derecho.
El cambio en el patrón migratorio vigente, rompió el paradigma vigente durante 70 años, haciendo obsoleto los estudios que centran la responsabilidad de la migración sobre las políticas y prácticas administrativas en la legislación estadounidense, omitiendo la contribución mexicana al flujo migratorio y a las poblaciones resultantes, como es el saldo migratorio de retorno y sus hijos (binacionales) nacidos en EU, lo que plantea unanálisis de las políticas mexicanas y su éxito o no en su reintegración.
Dos acontecimientos han definido el contexto actual de la migración en la última década: la peor crisis económica de Estados Unidos en 70 años y un nivel de control migratorio sin precedentes; aunado a niveles mucho más bajos de migración mexicana a EU y un gran contingente de migrantes de retorno localizado en México lo que exige una política activa e incluyente que refleje como los gobiernos estas reaccionando positivamente ante estos cambios.
La nueva dinámica demográfica en los flujos exigen reconfigurar nuevas políticas públicas ahora insuficientes de estas nuevas poblaciones, cuyas condiciones presentes dificultan su integración e impiden su contribución sustantiva a las dos sociedades. Los censos y estadísticas oficiales afines en Estados Unidos y México, complementadas con las encuestas existentes e investigaciones de campo, revelan la nueva paradoja migratoria que exige de un nuevo sentido de responsabilidad compartida de ambos gobiernos e implica un cierto número de acciones positivas, independientemente de la reforma migratoria.
Tanto para México como para Estados Unidos, la política de atención a la situación de los migrantes vulnerables tiene que ser más sistemática y sostenida, y debe extenderse más allá del acento en la reforma de la política de admisión y residencia para plantear temas como trabajo y la educación.
, la salud, la seguridad personal, dado que esta población tiene una doble vulnerabilidad, aunque pueden ser más emprendedores, están marginados para el acceso a una educación y capacitación laboral que les permita competir por mejores salarios.
Si las políticas en México no les permiten ganarse la vida de manera adecuada, van a quedar rezagados y requerirán de programas sociales asistenciales que les presten atención de emergencia.
En Estados Unidos se agrava su situación; los trabajadores indocumentados y sus familias se ven cada vez más constreñidos a vivir clandestinamente y no tienen acceso a los servicios y a la protección destinada a los trabajadores pobres. La legislación estadounidense sobre inmigración, bienestar y terrorismo de 1996- 1997 y su reciente exclusión de la reciente Acta de Salud, sumadas a miles de iniciativas estatales y locales han ampliado la brecha de vulnerabilidad, notoria en Estados Unidos pero que comienza a notarse también en México, en virtud de una creciente marginación social en ciertas regiones y grupos sociales, las familias siguen invirtiendo en migración de mano de obra poco calificada más que en educación o desarrollo local, lo que augura un mal futuro para ellos y para las economías de México y de Estados Unidos.
Es preciso que desde la noción de responsabilidad social compartida, como sucede con el Foro Bilateral para la Educación y la Ciencia (FOBESSI) y el Programa del Emprendimiento (MUSEIC), ambos gobiernos y sociedad civil acuerden gestionar el tema bilateral migratorio desde una plataforma común, sin que ello implique que podría tratarse de una puerta que conduzca a una relación migratoria especial bilateral, por lo que es imperativo se reactive el Dialogo Binacional que se creó en 1979 y que en 1996 produjo el primer Memorándum de Entendimiento (ME) sobre protección consular que incluís un cierto número de acuerdos sobre procedimientos para la persecución efectiva del tráfico humano y crímenes contra migrantes.
Desde 2006, el Programa ha beneficiado a 31,400 becarios de 159 municipios del país. Durante el ciclo escolar 2012-2013, participan 783 “Padrinos y Madrinas” brindando acompañamiento a 15,800 becarios de los tres grados de secundaria.
Ante el reto que supone retener, contener, reinsertar y corregir las causas que motivan la migración en México, como país de origen, transito, destino y retorno, se requiere del esfuerzo coordinado y concurrente de tomadores de decisión y actores no gubernamentales como sector empresarial en atender la migración desde una visión integral, que atienda no solo los efectos de la migración, sino las causas que la provocan.Impulsar un Programa de Modernización, Seguridad y Desarrollo Integral de las Fronteras, mediante la mejora e incremento de la infraestructura física y tecnológica, con puntos de internación más humanos.
La Frontera Norte será una zona binacional próspera, que tenga como ejes: el comercio, facilitando el flujo de mercancías y personas y; la seguridad. La Frontera Sur será un espacio de desarrollo que formalice una región socioeconómica ya existente, con mayor control de los flujos irregulares con respeto de los derechos humanos, e impulso de los regulares, con esquemas de empleo temporal, circularidad, derechos sociales e integración familiar.
Nuevo Modelo de Inmigración basado en la seguridad y respeto de los derechos de nuestros hermanos centroamericanos. Para ello, reformaré la autoridad migratoria y combatiré la corrupción en todos sus niveles. El país será ejemplo de administración migratoria, enseñaremos al mundo que el control, la seguridad y los derechos humanos pueden ser compatibles.
Respecto a las diásporas, acercar los Programas y Servicios a los Mexicanos en el Exterior, para apoyarlos en sus procesos de inclusión en sus comunidades de destino. Un gobierno mexicano cercano que proteja donde quiera que estén sus derechos humanos y que acompañe a las organizaciones proinmigrantes en la negociación de una posible Reforma Migratoria.
Crear el programa “México: Talento Global”, con mexicanos destacados para lo cual implementara mecanismos que institucionalicen su participación en programas científicos, tecnológicos, económicos, sociales y culturales en el país y en el exterior. Lo cual, permitirá dar circularidad a los talentos y potencialmente repatriarlos .
Finalmente enuncia como prioridad promover el Desarrollo Local en las comunidades de origen que han quedado despobladas. Para ello, necesitamos generar un círculo virtuoso que incorpore las vocaciones productivas de cada región y las capacidades de las personas del lugar, mediante proyectos que sean consensuados y de beneficio comunitario. Lo que está en juego es la permanencia de muchas comunidades, la acción del gobierno ya no puede esperar.
A los especialistas, académicos del colectivo PND, les tocará evaluar los avances o retrocesos de los compromisos del ejecutivo en materia migratoria.