Por: Rebeca Cerna-Cervantes, MPH
Ya es el verano y necesitamos tener cuidado con el calor. Recuerde de mantenerse fresco, hidratado, e informado. Nuestros cuerpos no tienen forma de compensar el calor extremo. La exposición al calor puede enfermarnos e incluso puede causar la muerte.
Las personas que tienen mayor riesgo de padecer enfermedades relacionadas con el calor son las personas mayores de 65 y los niños menores de 4 años. También las personas con obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas, mentales, mala circulación, con problemas mentales son más susceptibles y personas que consumen alcohol (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades). Pero incluso las personas sanas y jóvenes pueden enfermarse a causa del calor si realizan actividades extenuantes cuando la temperatura es muy elevada si hacen deportes o trabajan al aire libre.
Puede tomar las siguientes
medidas para prevenir las enfermedades y la muerte relacionadas con el calor:
• Consuma suficiente agua y no espere a tener sed. Consuma de dos a cuatro vasos de agua por hora cuando trabaje o haga ejerció al aire libre. Evite bebidas alcohólicas o con azúcar.
• Permanezca en ambientes interiores frescos ya sea en su casa o en sitios de su comunidad. El aire acondicionado es uno de los mejores factores de protección.
• Use ropa adecuada que sea ligera y de colores claros. No use ropa que sea apretada. Recuerde de usar protector solar.
• Tome un baño con agua fría.
• Planifique cuidadosamente las actividades al aire libre. Programe sus ejercicios más temprano o más tarde en el día para evitar el calor.
• Descanse con frecuencia si está afuera.
• Haga ejercicios con otra persona.
• Vigile a las personas más vulnerables. Este pendiente de sus familiares y amigos y pida a alguien que haga lo mismo por usted.
• Cuidado con los automóviles calientes. Deje que se enfríen antes de entrar. No deje a los niños ni a las mascotas dentro de los automóviles.
• Trate de no usar la estufa u horno para cocinar porque la casa se calienta más.
• Consulte con las noticias locales para saber si va ser calor extremo.
Los signos de agotamiento por calor (heat exhaustion): sudor copioso, debilidad, piel fría, pálida, húmeda y pegajosa; pulso rápido o débil, nauseas o vómitos. En estos casos vaya a un sitio más fresco, acuéstese, aflójese la ropa, refrésquese con toallas mojadas y tome sobros de agua. Si sigue vomitando, busque atención media de inmediato. Los signos de golpe de calor (heat stroke): alta temperatura corporal (más de 103 grados F); piel caliente, enrojecida, seca o húmeda; pulso rápido; y posible pérdida del conocimiento. En estos casos llame de inmediatamente al 911. Esto se considera una emergencia médica. Lleve a la persona a un sitio más fresco y aplíquele toallas frías o un baño pero no le de líquidos (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, 2011).
El control de la diabetes en los días calurosos
Si tiene diabetes es muy importante de tener cuidado cuando hace calor. Las temperaturas altas, de 80° F o más, especialmente con humedad, pueden afectar sus medicamentos, los suministros para hacerse pruebas y su salud. Es más difícil para su cuerpo controlar las temperaturas altas y la humedad si tiene diabetes. Es importante planear porque tal vez necesite hacer cambios en sus medicamentos y sus alimentos y bebidas cuando hace calor. Si puede tomar las siguientes medidas:
• Los niveles de glucosa (azúcar) en la sangre y la absorción de algunas insulinas de acción rápida pueden ser afectadas por el calor. Es necesario hacer las pruebas de glucosa en la sangre con más frecuencia y tal vez ajustar la toma de insulina, alimentos y líquidos.
• Tome suficiente agua para evitar deshidratarse. Evite las bebidas a zucaradas y bebidas gaseosas con
azúcar. Si su médico le ha restringido la cantidad de líquido que puede tomar, pregúntele qué debe hacer durante las horas de mucho calor.
• Revise la información médica de medicamentos para saber cuáles son las temperaturas que los afectan. Lleve medicinas que necesitará mientras viaja y protégelas del calor.
• Si viaja y lleva insulina, no la deje en la luz directa del sol o en un automóvil caliente. Manténgala en una neverita portátil, pero no la coloque directamente sobre el hielo o paquete de gel frío.
• Las etiquetas del medidor de glucosa y las tiras reactivas le proveen información sobre su uso en horas de mucho calor y humedad. No los deje en un automóvil caliente.
• El calor puede dañar las bombas de insulina y otros equipos. No deje la bomba desconectada o los suministros a la luz directa del sol.
• Consulte con su médico.