“Hay mucha gente que cree que estoy jugando mejor que nunca, me siento muy cómodo, muy contento, vengo jugando mucho y me da confianza de cumplir con las expectativas”.
El delantero, originario de Asunción, Paraguay, señaló que uno de los factores que lo orillaron a buscar otro camino fue la complicación que tiene el Málaga de quedar campeón en el balompié de España.
Añadió que también ha tenido buenas referencias de la Liga MX. “Tengo referencias muy buenas de la Liga, una gran parte de mis compañeros están jugando aquí, así que para mí es un lindo desafío” ¿Hay vida más allá de Messi? Como viene sucediendo de forma invariable desde 2008, el jugador argentino volvió a ser en este 2014 el futbolista más desequilibrante y decisivo de un Barcelona cuya dependencia de él es total y absoluta.
Haciendo un arriesgado paralelismo podría compararse el peso de Leo con el que llegó a tener Michael Jordan en los Chicago Bulls. Si en Illinois los puntos de ‘Air Jordan’ marcaban la diferencia entre el triunfo y la derrota, si una victoria dependía tantas veces de ese último lanzamiento providencial del mejor jugador que ha visto la NBA y el baloncesto mundial, en Barcelona todos los ojos se fijan en Messi a la hora de suspirar por el éxito.
Goleador, asistente y líder por naturaleza en el terreno de juego, el argentino fue la guinda del pastel en el mejor Barça de Guardiola, catapultó los mejores momentos de Vilanova, mantuvo a flote a Martino y ha arrastrado a Luis Enrique en la confirmación de que su papel es, más que providencial, insustituible.
Autor de 48 goles en los 50 partidos que ha disputado de azulgrana este 2014, desde su estreno (reaparición) frente al Getafe y hasta su despedida contra el Córdoba, Messi no tiene rival. No se podría ver de otra manera.