Alrededor del mundo, más de “mil millones de personas viven con algún tipo de discapacidad”, según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las cuales alrededor de 200 millones la experimentan de manera severa, y en pocos años el tema de la discapacidad se convierte en preocupación mayor, pues conforme crece la población ésta irá en aumento pues cada vez vivimos más años.
Hay que considerar además enfermedades como la diabetes no controlada, que aumenta entre la población de forma acelerada y no solo en adultos, solo entre los niños y jóvenes, dejando como secuelas condiciones incapacitantes como la falta de vista, la sordera y otras más graves que requieren diálisis (procedimiento realizado a padecimiento de insuficiencia renal), causando la incapacidad del paciente.
Además de otros padecimientos que resultan del estilo de vida que actualmente lleva el ser humano, qye derivan en enfermedades cardio-vasculares, cáncer y padecimientos mentales que no son discapacidades, sino padecimientos con consecuencias incapacitantes.
Así es, preocupa que la discapacidad aumente en nuestro mundo. Tan solo en Estados Unidos la población discapacitada es de alrededor de 54 millones de personas, ó 1 de cada 6 habitantes considerando la población total del país en 318 582 000. Según datos sobre ingresos y participación en programas (SIPP), de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, el 12 % de la población muestra algún tipo de discapacidad.
Más datos sobre la discapacidad indican que en el sector económicamente activo ocupa un lugar importante esta condición, solo después del grupo de adultos mayores (más de 60 años), que por la degeneración del organismo han adquirido algún tipo de discapacidad.
De seis grupos étnicos y raciales, los hispanos ocupan el cuarto lugar con discapacidades por defectos congénitos (heredados), y la capacidad que prevalece es la motriz (que incluye a personas con dificultad para caminar, manipular objetos y de coordinación de movimientos para realizar actividades de la vida cotidiana).
Lo que más inquieta de los datos de la OMS, es que el sector poblacional con mayores casos de discapacidad, es el que muestra peores resultados en salud, educación, empleo, transportación, e información médica. Esas carencias se incrementan en las comunidades más pobres.