El sistema legal en Estados Unidos, y en cada estado, produce miles de nuevas leyes cada año.  Antes la esclavitud era vista como una práctica necesaria y aceptable y por tanto era “legal”.  Los propietarios de esclavos no podían, admitir que la esclavitud era cruel e inmoral.  Su propio interés egoísta era más importante que la moralidad y la justicia.  Hasta 1870 los Afro Americanos no tenían permitido votar y las mujeres hasta 1920 no tenían permitido votar.  Y, era ilegal que personas de diferentes razas se casaran hasta hace poco en 1967.  Hasta 1973, era ilegal que las mujeres tuvieran abortos y que los doctores los efectuaran.

 

En tanto las personas crueles e injustas pueden hacer difícil la vida para los demás, las leyes crueles e injustas pueden causar inmenso dolor y sufrimiento, enormes pérdidas y consecuencias catastróficas a millones de personas, por décadas.  Poco después de que este país estableció el principio que las personas negras podían ser compradas y vendidas legalmente como propiedad, también aprobó leyes que les prohibían votar, comprar propiedades, casarse con blancos, ir a las mismas escuelas que los blancos, o comer en los mismos restaurantes.  El movimiento de Derechos Civiles de los años 60 finalmente produjo importantes cambios en las leyes para prohibir cierto tipo de discriminación racial.

 

Hoy, la inmigración es uno de los retos más importantes y difíciles que enfrenta el pueblo de Estados Unidos.  Aquí también, muchas personas estarán motivadas principalmente por sus propios intereses egoístas. Los Patrones usan a trabajadores indocumentados porque pueden explotarlos pagándoles mucho menos de lo que vale su trabajo, no pagan horas extras y no proveen seguro médico.  Esos patrones no quieren que los inmigrantes indocumentados se conviertan en residentes legales.  Otros se oponen a la legalización porque le temen a la competencia por trabajos.  Otros dicen que la legalización llevará a bajar los salarios de todos, aunque varios estudios han contradicho esto.  Y, algunos grupos anti inmigrantes están motivados por ignorancia, inseguridad y prejuicios.

 

Como en la agresión legal contra los Afro Americanos durante los siglos 19 y 20, las leyes cuyo blanco son los inmigrantes, constantemente aumentan el ataque legal contra cada aspecto de sus vidas.  En muchos estados, los inmigrantes indocumentados no pueden obtener licencia de conducir, no pueden ir a colegios y universidades, y no pueden recibir becas para la educación.  Muchos estados han aprobado leyes que requieren que los caseros investiguen el estatus migratorio de sus arrendatarios y que los patrones hagan lo mismo con sus empleados.  Legisladores Republicanos Federales han presentado propuestas que eliminaría el derecho de los niños nacidos en este país a ser ciudadanos de Estados Unidos si sus padres son inmigrantes indocumentados.   Y, en Virginia, una ley dispone que los ciudadanos de Estados Unidos nacidos y criados en ese estado no son considerados  residentes del estado y deben pagar gastos de enseñanza en sus universidades como residentes de otros estados si sus padres son indocumentados.  Estas leyes son crueles y causan mucho sufrimiento injustificado.

 

Algunas leyes, como algunas personas, son positivas y demuestran compasión, discernimiento y sentido común.  San Francisco, California, una ciudad santuario desde 1989,  promociona su política de recibir inmigrantes indocumentados.  La ciudad  usa anuncios en televisión, radio, y periódicos así como letreros en autobuses y carteleras para informar a quienes viven ahí que los servicios de la ciudad están disponibles para todos sin tomar en cuenta su estatus migratorio.  La ciudad no permite que sus empleados colaboren o asistan a oficiales de inmigración de ninguna manera.  Arriba San Francisco. ¡NO SE DEJE!®