Frecuentes estudios estadísticos revelan que esta modalidad cobra más vidas que los ataques de tiburones
Tomarse una selfie puede pasar de ser una foto inofensiva a convertirse en un pasatiempo mortal.
Entre 2011 y 2017 al menos 259 personas murieron en diferentes lugares del mundo mientras intentaban sacarse una selfie. La cifra es cinco veces mayor a la de los fallecimientos causados por ataques de tiburones.
Sacarse una selfie es una costumbre que se impuso tras la llegada de las cámaras frontales en los teléfonos celulares y como manera de que una foto demostrar la presencia en un lugar.
La cifra de muertos por tomarse este tipo de imágenes entre octubre de 2011 y noviembre de 2017 quintuplica a la de los 50 fallecidos por ataque de tiburón, según el Journal of Family Medicine and Primary Care.
Aunque las mujeres sean las que más se toman selfies, son los hombres jóvenes, con predisposición a comportamientos de riesgo, quienes ocupan tres cuartas partes de la estadística mortal.
Las distracciones o “locaciones de riesgo” han ocasionado muertes en choques, ahogamientos, caídas o accidentes con armas de fuego.
Dato: La India ocupa el primer lugar en muertes por selfies con 159 casos, seguido por Rusia con 16, EUA con 14, Pakistán con 11 y Turquía con 5