El domingo en Ciudad de México, cientos de personas marcharon por las calles en denuncia del homicidio del reportero gráfico Rubén Espinosa, quien fue asesinado por hombres armados junto a la activista de derechos humanos Nadia Vera y otras tres mujeres en un apartamento en Ciudad de México el viernes. Tanto Espinosa como Vera habían estado trabajando en el estado sureño de Veracruz, donde se ha observado una creciente violencia letal contra periodistas y activistas. Según grupos de derechos humanos, el asesinato de Espinosa señala un nuevo nivel de violencia contra los periodistas mexicanos, ya que puede ser el primero en ser asesinado en el exilio en Ciudad de México. En su última entrevista, le contó al medio Rompeviento sobre su exilio.

Espinosa expresó: “Yo tuve que salir por intimidaciones, no en una agresión directa como tal, pero por sentido común. Acababa de pasar el ataque a los estudiantes, a los cuales golpearon brutalmente con machetes y todo, y entonces no podemos, en esta situación, hacer menos con cualquier tipo de agresión o intimidación, porque no sabemos qué es lo que va a suceder. En Veracruz no hay Estado de derecho”.