Ni Fabián, Zavala o Chávez dieron un partido memorable
www.mediotiempo.com y Miniondas

Al menos ya no perdió «dos-a-cero». La Selección Mexicana sufrío esa cantidad de goles pero marcó los mismos y rescató un empate ante Estados Unidos que valió para sacar una multitud de conclusiones.

La primera: sin estelares, sean quienes sean, en este equipo no hay futbol. Segunda: la pelota parada es el mal eterno. Una más, entre muchas otras: que a pesar de todo existe caminos para que este cuadro juegue un futbol decoroso.

Estados Unidos jugó para golear y ser goleado. México para lo que dispusiera el rival. El equipo de Jürgen Klinsmann avasalló a los verdes en el primer tiempo pero bajó enormemente las revoluciones en el complemento.

A ello se adaptó el Tri, que presentó una alineación experimental, como dispuesto a hacerse el «harakiri» para que le tocaran donde más le doliera.

Y vaya que hubo malestares. La Selección contó con una defensa que hizo agua, una contención donde Jesús Zavala fue coladera para Michael Bradley y un ataque con Alan Pulido, a quien le faltó presencia.

Pero el Tri consolidó lo que pinta para costumbre. Como sucedió contra Nigeria en el último amistoso, cuando inició gris y fue avasallado para luego recomponer la postura, esta vez los verdes hicieron del complemento una historia radicalmente distinta.

Aprovecharon que Estados Unidos dejó la precisión y la ambición en el vestidor al medio tiempo. Para ello también contribuyeron los numerosos cambios, principalmente los ingresos de Raúl Jiménez y Juan Carlos Medina.

El primero le dio consistencia al ataque, mientras que el «Negro» equilibró la contención. donde Zavala había sido casi un desastre.

Este último soltó la marca de Michael Bradley, el autor del 1-0 al minuto 14 y quien hizo añicos la estructura del Tri, nuevamente fragilísimo en pelota parada.

Sin acercarse al arco rival, México sufrió el segundo al 27′, cuando ni el «Topo» Valenzuela, el «Maza» Rodríguez o Rafael Márquez pudieron contener alguno de los toques que derivaron en el gol de Chris Wondolowsky.

El descanso llegó como revulsivo y al 49′ Márquez reivindicó el prestigio al empujar en el área chica un tiro de esquina cobrado por Marco Fabián, quien en su prueba de fuego mostró ganas pero nulo desequilibrio.

Poco después remató casi su segundo, a un centro de Rogelio Chávez, otro de los que estuvieron a prueba, sin problemas para defender por la banda derecha pero con pocos balones para aportar al frente.

Con el Tri plenamente al acecho, a pesar de que EU ya contaba con Landon Donovan como uno de sus seis cambios, al 67′ Pulido empujó para el empate luego de un rebote por un tiro al poste de Paul Aguilar.

Como buen Clásico, el partido dará para la polémica por el dudoso fuera de lugar que invalidó un gol de Eddie Johnson al 85′ o la barrida sobre Julian Green que un minuto después pudo ser penal.

Con varias lecciones posibles, el empate mostró varias tendencias. El Tri del «Piojo» se mantuvo invicto pero también incapaz de vencer a EU desde hace cinco partidos. Y sobre todo, confirmó que camina por una cuerda floja, tan capaz de caer por un precipicio como de sorprender a los escépticos.