En una audiencia judicial, el fiscal David Mudd aseveró que el acusado, Omar J. González, constituía un peligro para el presidente y se dijo que unas 800 balas, un machete, dos hachas y otras municiones fueron halladas durante el registro de su vehículo.
Omar J. González, de 42 años y procedente de Copperas Cove, Texas, se enfrenta a cargos de ingresar ilegalmente a un edificio o terreno restringido con un arma letal o peligrosa y comparecerá este lunes ante un tribunal federal.
El Ejército dijo que González se enlistó en las fuerzas armadas en 1997 y permaneció activo hasta que cumplió su servicio en septiembre de 2003. Se volvió a enlistar en julio de 2005 hasta diciembre de 2012, cuando se retiró debido a una minusvalía.
El Servicio Secreto estrechó su vigilancia en el exterior de la Casa Blanca tras la bochornosa intrusión del viernes en uno de los edificios más protegidos del mundo. A González se le acusa de escalar la cerca del perímetro de la Casa Blanca, cruzar corriendo el jardín y entrar en la mansión presidencial antes de que los agentes lo detuvieran.
El fallo de seguridad provocó una poco común evacuación de buena parte de la Casa Blanca. Los agentes del Servicio Secreto desenfundaron sus armas mientras guiaban a empleados y periodistas fuera del Ala Oeste a través de una puerta lateral.
En un principio, las autoridades dijeron que el hecho de que González pareciera estar desarmado había sido un factor en que los agentes sobre el terreno no disparasen ni soltaran perros para perseguirle antes de que entrara en el edificio.

Pero una demanda penal presentada el viernes por la noche reveló que González portaba una pequeña navaja plegable con una hoja serrada de 3.5 pulgadas (8.9 centímetros) cuando fue detenido.