Llegó al Santa Ana Boxing Club

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Oscar, es muy significativo que estés en Santa Ana, la ciudad con más latinos en los Estados Unidos”, dijo Miniondas a Oscar de la Hoya en su primer visita a Santa Ana con la expresa intención de apoyar a niños que practican el boxeo, durante una tumultuosa, corta y apresurada entrevista en el Santa Ana Boxing Club, deportivo cuyos actuales casi 85 niños y jóvenes boxeadores recibieron de manos del directivo de Golden Boy Foundation, -el propio Oscar-, guantes, cascos de protección y una serie de accesorios para la práctica del boxeo.

-“Sí, claro que sí, es muy significativo, creo que es muy importante, yo siempre apoyo a mi raza, la comunidad latina, ¡por todo el país, por todo el mundo!, pero obviamente estando aquí en Orange County, en Santa Ana, para mi lo importante es demostrarles a los jovencitos que estamos para ayudarlos”, respondió el 10 veces Campeón del Mundo.

La algarabía ya había hecho presa de un montón de niños desde largos minutos antes de que Oscar de la Hoya hiciera arribo al Santa Ana Boxing Club, el club de Boxeo más antiguo de Santa Ana, “el único que no cobra porque los niños y jóvenes aprendan a boxear”, y sin duda el club de boxeo que más ayuda económica necesita.

-“¡A la bio, a la bao, a la bim-bom-ba, Oscar, Oscar…!, practicaban entusiastas los niños a todo pulmón a instancias de Alejandro Martínez, coach del club de boxeo, quien daba instrucciones a los niños sobre cómo acercarse ordenada y organizadamente a Oscar de la Hoya cuando llegara.

La espera parecía acortarse a cada momento, primero cuando llegaron miembros del equipo de colaboradores del Golden Boy, después en la entrada de co-patrocinadores de la entrega de los equipos deportivos para los niños y niñas que practican en el Santa Ana Boxing Club, centro deportivo que requiere de evidentes mejoras, pues el edificio mismo parece estar en malas condiciones.

Nada de las carencias del club importaron en ese momento único, cuando Oscar de la Hoya entró sonriente y sencillo, abriéndose camino en un salón repleto de niños, padres, invitados, colados, medios de comunicación y organizadores dando órdenes en forma neurótica, posesos de la emoción del momento.

Se le recibió con regalos, un pastel con su fotografía impresa con dulce y merengue de colores, la camiseta del Santa Ana Boxing Club y otros presentes. Hubo discursos y agradecimientos, se exaltó el momento catalogado de “histórico para la ciudad de Santa Ana”, y se reconoció con el grito a coro de “¡Hugo-Hugo!” el relevante papel de Hugo Acosta, reportero de la sección de deportes de Miniondas/Farándula USA, especializado en boxeo, en traer al Golden Boy a Santa Ana.

En la corta y carrereada entrevista, quisimos explorar la sensación de Oscar de la Hoya del momento mismo:

Miniondas/Farándula USA: Creo que hay muchas ciudades, quizá centenas de ciudades que quisieran que Oscar de la Hoya los visitara, y ¡a Santa Ana se le hizo!

Oscar de la Hoya: Pues, yo me siento, muy orgulloso de estar aquí, la verdad, me siento muy contento y ésta no va a ser la última vez.

MO: ¿Qué tal la recepción?, ¿Cómo sientes la calidez que te están dando el día de hoy?

OdelaH: ¡Motivante!, me siento bien motivado para seguir trabajando con los jovencitos, seguir demostrando que yo jamás, jamás en mi vida me voy a olvidar de donde vengo.

MO: Para muchos de ellos hoy es un día especial, no van a olvidar haber estado un día con Oscar de la Hoya.

OdelaH: “Pues, es lo que me motiva, me siento orgulloso de tener raíces mexicanas, latinas, y por esa razón es que estamos aquí, por estos jovencitos.

Alejandro Martínez y Jesús Silva han sido los coach de Santa Ana Boxing por tres años como “voluntarios sin cobrar nada”, que fuera del gimnasio son trabajadores en sus oficios propios pero en el club de box son mentores enfocados en la enseñanza de la superación de los jóvenes “con principios, un Gimnasio donde no se cobra nada, mientras que el resto cobra inscripción y mensualidades”.

Además, es uno de los gimnasios más antiguos de la ciudad de Santa Ana, -sino es que el más viejo de todos-, “en una zona de bajos recursos, enseñando el deporte para el futuro para mantenerlos alejados de la violencia callejera, que tengan como alternativa el deporte y la educación”, explica Alejandro Martínez de la misión del Santa Ana Boxing Club. Las reglas del gimnasio son simples: “Ir bien en la escuela y seguir entrenando”.

De la visita de Oscar de la Hoya, Martínez subraya que ” viene a dar un donativo para los niños de Santa Ana ya que muchos padres no tienen lo suficiente para pagar una inscripción, mensualidades y equipo como guantes, caretas, vendas, costales, peras, y aquí todo es de a gratis”.

En 2014 el gimnasio hizo una gran reapertura con la presencia de autoridades del condado y de la ciudad, parecía entonces que habría una renovación del mismo, “ese día nos dijeron que nos iban a ayudar, al principio lo hicieron, pero se fueron alejando hasta el momento en que nos dieron las gracias y nos dijeron que no podían ayudarnos, ahora estamos abiertos a un nuevo patrocinador interesado en estos niños”.

Santa Ana Boxing Club tiene más de 50 años de existencia, es un gimnasio que tiene historia, “a veces nos caemos, pero otras estamos hasta arriba”, afirma Martínez cuya presencia de Oscar de la Hoya es un prometedor momento para el gimnasio y sus 85 niños practicantes.

“Nuestros niños no son los mejores, pero le hemos pegado a los grandes clubes, las muestras están en los cinturones de campeón”, agregó Martínez, los cinturones se exhibieron colgados del cuadrilátero, y horas después sirvieron para la foto del recuerdo con Oscar de la Hoya.