Obama procura 3.700 millones de dólares
El Presidente Barack Obama ha pedido al Congreso 3.700 millones de dólares para hacer frente a la crisis migratoria en la frontera con México. Más de 52.000 niños no acompañados que huyen de la violencia y la pobreza en América Central han sido detenidos desde octubre. Obama busca el aumento de los fondos para pagar por centros de detención, vigilancia aérea, jueces de inmigración y agentes fronterizos.
La cifra de 3.700 millones de dólares es casi el doble de lo que se esperaba. El gobierno de Obama sostiene que la mitad del dinero será destinado a mejorar la atención de los niños en custodia estadounidense. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Josh Earnest dijo que la mayoría de los niños se enfrentará en última instancia a la deportación.
Earnest expresó: “Al ocuparse de estos asuntos, podemos garantizar que esas personas accedan a la brevedad al debido proceso al que tienen derecho. Significa además que en la medida en que se resuelvan esos casos, de la manera que esperamos —ya que en la mayoría de esos casos, no hay fundamentos para que esas personas permanezcan en el país o se les otorgue ayuda humanitaria—, esperamos que el secretario de seguridad nacional sea capaz de ejercer algún tipo de arbitrio adicional que le permita repatriar a estas personas con eficiencia”.
ACNUR solicita a EE.UU. que evalúe otorgar condición de refugiados a inmigrantes de América Central
Por otro lado, mientras que la Casa Blanca promete acelerar la deportación de niños inmigrantes, funcionarios de Naciones Unidas solicitan que la mayoría de ellos sean aceptados en Estados Unidos como refugiados. Un informe emitido en marzo por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados establece que el 58% de niños no acompañados detenidos por Estados Unidos podrían tener derecho a amparos como refugiados según lo establecido por el derecho internacional.
La ONU reiteró la solicitud antes de una reunión a celebrarse el jueves de esta semana en Nicaragua, entre Estados Unidos, México y países de América Central. La agenda incluye la actualización de una declaración que data de más de 30 años relativa a las obligaciones estatales para asistir a los refugiados.
ACNUR expresó: “Estados Unidos y México deberían reconocer que se trata de una situación de refugiados, lo cual implica que estos [niños] no deberían ser renviados automáticamente a sus países de origen, sino que deberían recibir protección internacional”. El Presidente Obama viajó el miércoles de esta semana a Texas para mantener una reunión con el gobernador Rick Perry acerca de la crisis en la frontera.