Luis Arritola Miniondas/FarándulaUSA
El condado de Orange volvió por una hora a su época rural de hace 125 años cuando abrió por vez primera la O.C. Fair bajo el espíritu de mostrar los productos agrícolas y ganaderos que se producían entonces en Orange County
Una manada de cien reses recorrió una corta distancia de dos y media millas (desde el campus del Orange Coast College de Costa Mesa, al area de la O.C. Fair), para rememorar el inicio de la feria hace un siglo y cuarto (1890), cuando se realizó por primera vez la exposición de productos agrícolas y ganaderos de Orange County, con reses, caballos, ganado vacuno y procino, aves de corral, cítricos (resaltando la exposición de las redondas y doradas naranjas del emblema del condado -¡por supuesto!-), lechugas, calabazas, rábanos y demás vegetales que figuraron en su tiempo como lo principal que ofreció el Orange County rural al resto de California y de la Unión Americana.
Era el caluroso sábado del ocho de agosto, al filo de las 10:30 a.m. en punto, que en cuenta regresiva, «10-9-8-7-6-5…», el payaso Buckaroo VeeKay, anunció a grito abierto a una pequeña multitud de residentes de Orange County que esperaba ansiosa, el inicio de un excitante y alegre recorrido que hubiera sacado polvo si no fuera porque arrancó carrera sobre el asfalto que tapizan las calles Adams y PineCreek de Costa Mesa, para dirigirse a paso veloz con rumbo hacia la Feria de Orange County.
Era una larga caravana escoltada por un grupo de jinetes de la montada del Sheriff del Condado de Orange, dirigida por una primera línea de jinetes vaqueros que iban conduciendo a la manada, seguida por un impresionante conjunto de cuatrocientos cuernos y ochocientos pezuñas que corrían confundidas por sobre la cinta asfáltica, una superficie muy distinta a lo que las bestias están acostumbradas en sus ranchos de Chino, California.
La manada iba a su vez controlada por un sorprendente equipo de siete perros arrieros que jadeantes con la lengua de fuera y en perfecta sincronización de grupo, evitaron en repetidas ocasiones que alguna de las cabezas de ganado se dispersara de la manada, rodeándola y regresándola a su sitio a ladridos, logrando que se reagrupara evitando así que la manada entera intentara dispersarse. ¡Un espectáculo tan bello como sorprendente!, que da idea de lo fascinante del estilo de vida de los rancheros de California que críangcanado.
Al final del contingente iban varios carruajes entre los que sobresalió la carreta de los miembros de la Junta Directiva de O.C. Fair, entre cuyos integrantes se encuentra Sandra Cervantes, dueña y publisher de Cervantes Publishing company, casa de las publicaciones Miniondas-Farándula USA, entre otros destacados profesionistas, hombres y mujeres de negocios del Condado de Orange, y líderes de la comunidad que representan la diversidad étnica y cultural de La Naranja.
Durante el recorrido, centenaries de familias residentes del condado de Orange, se sentaron en sus sillas de playa a la sombra de algún árbol, con los más pequeños de la familia, a mirar sorprendidos y maravillados el tremendo espectáculo que representa ver correr por las calles de la ciudad a una manada de reses haciendo ruido con el batir de sus pezuñas sobre el asfalto. Con seguridad esos niños siguen contando llenos de emoción, mostrando las imagines fijas y videos grabados con los celulares y tabletas de sus padres su gran experienca a amigos y amistades que no tuvieron la oportunidad de ver en vivo un trozo de recuerdos del Orange County rural.
Aunque fue un espectáculo ordinario en los primeros años de la O.C. Fair mirar manadas de reses en exhibición, el esoectáculo del Orange County rural ha ido mostrándose cada vez más distante en el tiempo. La ultima vez fue hace siete años, en 2008. Este 2015 además de las 200 reses participaron 70 jinetes y siete perros arrieros.
Fuente: Miniondas/FarándulaUSA
Fotos: Jorge Barona Miniondas/FarándulaUSA