La filtración del Plan B de la Casa Blanca sobre la reforma migratoria, reportado el sábado por el diario USA Today, despertó críticas de demócratas y republicanos en ambas cámaras del Congreso. Y ambos advirtieron que si Obama sigue adelante con su iniciativa, la legalización de los 11 millones de indocumentados podría estancarse.
El diario dijo que la Administración alista una iniciativa de ley que enviará al legislativo en caso de que el Congreso no haga nada. La iniciativa permitiría que los indocumentados que califiquen se convertirán en residentes legales permanentes en un plazo de ocho años.
El plan también prevé recursos adicionales para la seguridad fronteriza y exigir a los empleadores la verificación de empleo de todos sus trabajadores a través del sistema federal EVerify.
La semana pasada, luego de una reunión de Obama con líderes sindicales y económicos, la Casa Blanca dijo que el presidente enviaría al Congreso un proyecto de ley de reforma migratoria en un plazo de cuatro a seis semanas si el legislativo democraba el debate.
Versiones contrapuestas
El Plan B se filtró mientras un grupo bipartidista del Senado redacta un proyecto de ley cuyos principios fueron anunciados el 28 de enero. La propuesta se basa en cuatro pilares: seguridad fronteriza, camino a la ciudadanía, verificación de empleo e inmigración legal.
Del camino a la ciudadanía, el grupo bipartidista conformado por cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos recomienda abrirlo una vez certificada la seguridad fronteriza. Y que para calificar a la ciudadanía, los indocumentados primero deberán someterse a una verificación de antecedentes penales, pagar una multa, cancelar impuestos y hablar inglés. Cumplidos los requisitos, entrarán en un estado de no inmigrante que pudiera dilatar hasta 10 años.