Ahora que la epidemia de ébola está dominando las noticias como nunca antes, muchas personas se están llenando de preocupación y miedo, y con buen motivo. El virus de ébola es uno de los más mortales e infecciosos que hemos visto en los últimos años, y si las organizaciones internacionales y gobiernos no pueden controlar esta situación, la posibilidad de que se extienda a otros países podría ser muy real. Con una taza de mortalidad entre 70 al 90%, el virus de ébola ya ha causado la muerte de más de 4,000 personas durante este último brote en África Occidental.
Aunque el peligro de que alguno de nosotros se contagie con el virus de ébola es aun muy bajo, el hecho de que han habido muchos otros brotes de enfermedades infecciosas difíciles de controlar en los últimos años, incluyendo un número creciente de bacterias resistentes a múltiples antibióticos, nos hace darnos cuenta que la guerra de la humanidad contra los microbios no ha sido tan exitosa como se llegó a pensar hasta hace muy poco.
¿Hay algo que podamos hacer cada uno de nosotros para protegernos de este creciente número de enfermedades infecciosas que amenazan nuestra seguridad y bienestar?
Mi opinión es que ahora más que nunca debemos preocuparnos de tener la mejor salud posible, incluyendo el sistema inmune más fuerte y más saludable que podamos tener.
Como bien se sabe, son muy pocas las enfermedades infecciosas que tienen una mortalidad de un 100% (para ver una lista haz clic aquí). Incluso el SIDA, sin tratamiento, tiene una tasa de letalidad de un 80 a 90%, el ébola (dependiendo del tipo) entre un 60 a un 90%, y la peste bubónica alrededor de un 60%. Esto significa que hay personas quesobreviven estas infecciones, a pesar de lo peligrosas y letales que son.
¿Cuál es la diferencia entre los que sobreviven estas enfermedades y los que sucumben a ellas? Es muy probable que la diferencia entre estos individuos sea la capacidad de susistema inmune de combatir y vencer el virus o bacteria que produce la enfermedad. Después de todo, ese el trabajo de nuestro sistema inmune. Nuestros glóbulos blancos, o leucocitos, son las células del sistema inmune encargadas de la defensa de nuestro organismo en contra de sustancias extrañas y agentes infecciosos.
El problema es que hay varios factores que pueden debilitar el sistema inmune. Entre ellos están el estrés y la falta de sueño, incluyendo acostarse muy tarde. Y una de la cosas que más podría afectar el funcionamiento de nuestro sistema inmune es la cantidad de azúcar en la dieta.
Un estudio que se hizo ya hace varios años mostró que el consumo de azúcar puede afectar grandemente el sistema inmune, y reducir la capacidad de nuestros glóbulos blancos de destruir invasores como bacterias y virus. Simplemente dale un vistazo a la siguiente tabla(1):
Cucharaditas de azúcar Número de bacterias destruídas
0 14.0
6 10.0
12 5.5
18 2.0
24 1.0
En otras palabras, si tú consumes 24 cucharaditas de azúcar (las que se encuentran en muchos alimentos modernos como pasteles, postres, refrescos, etc.) cada uno de tus glóbulos blancos sólo puede destruir 1 bacteria en vez de 14 como sería lo normal. ¿Cuántas gérmenes que causan enfermedades no quedarán vivos cuando nuestro sistema inmune está debilitado? ¡Y este efecto en el sistema inmune podría durar hasta 5 ó 6 horas después del consumo de azúcar!!
Han habido otros estudios que han comprobado este efecto del azúcar sobre el sistema inmune(2). Las personas con diabetes o pre-diabetes, por tener el azúcar en la sangre más alta, también están a un riesgo elevado de un mal funcionamiento de su sistema inmune y de tener más infecciones. Incluso la obesidad es otro factor importante que puede suprimir la función adecuada del sistema inmune para protegernos de enfermedades (3).
¿Entonces qué podemos hacer? Número uno, debemos evitar el azúcar en la dieta lo más posible, y alimentar nuestro organismo con una mega dosis de antioxidantes yfitoquímicos que pueden fortalecer nuestro sistema inmune. Estos antioxidantes y fitoquímicos se encuentran sólo en las plantas, es decir, en las frutas, vegetales, granos integrales, legumbres, nueces y semillas, que forman parte de la dieta más saludable para el ser humano.
Otros factores muy importantes para fortalecer el sistema inmune es hacer ejercicio diario, evitar el estrés, tomar mucha agua, dormir suficiente y a las horas apropiadas, exponerse cantidades moderadas de luz solar, y evitar sustancias nocivas como la cafeína, el tabaco y el alcohol.
Lo bueno es que comer una dieta saludable, utilizando recetas como las que puedes recibir cada semana si te inscribes aquí, te va a ayudar en este camino hacia una mejor alimentación y mejor salud. Yo sé que a veces es difícil comer saludablemente, pero en vista de los peligros que existen en nuestra sociedad moderna, no sólo de enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades cardíacas y cáncer, sino también enfermedades infecciosas causadas por virus y bacterias, la importancia de estar saludable es más evidente que nunca. Así que ¡no te desanimes!