¡Se me va, se me va!

P- Tía Lechis yo te he seguido ya por varias semanas y por eso me animé a escribirte, yo creo que tu me vas a poder decir algo que me de paz. Mira, si estoy contenta porque mi hija entró a la universidad pero la parte que no entiendo es porque se tiene que ir a vivir allá si aquí tiene su casa, soy una madre que sufre. ¿Qué hago?

C-Mi querida señora, siento su dolor por los demás detalles que me da y que no caben aquí, pero debo decirle de entrada que debe sentirse confiada por la formación y los principios que le ha dado a su hija, esa es una valiosa herencia. Por otro lado en nuestra cultura latina nos cuesta mucho soltar a los hijos pero piense que ella está preparada mental y académicamente para este reto. Es más, vea esta oportunidad que su hija tiene como un regalo de vida y como algo por lo que ella ha luchado y se merece. Esta distancia sólo va a servir para que su hija valore su familia y se sienta más unida a ustedes.