La agonía de una realidad alarmante
|Luis Arritola Miniondas
“Existe la falsa creencia de que el tráfico humano, la esclavitud moderna, está ocurriendo en otros países lejos de los Estados Unidos. No es así, ocurre todos los días aquí mismo, en nuestras comunidades”, explicaron en su turno los panelistas del “Taller de concientización sobre la trata humana y el abuso doméstico”, realizado el pasado sábado 11 de enero en la biblioteca pública de Santa Ana.
Con un panel de expertos y oradores especiales encabezados por la congresista Loretta Sánchez y Dave S. McCabe, autor del libro “Sin Pecado / Without Sin”, se explicó que el sistema judicial tiene lagunas legales que dejan en la indefensión a las víctimas de la trata humana, criminalizándolas cuando son forzadas a violar la ley, como en los casos de venta de droga y prostitución forzada.
Al evento, al que asistió un numeroso grupo de personas preocupadas por el tema y familiares de personas desaparecidas en el condado de Orange, Miniondas pudo entrevistar a las madres de jóvenes desaparecidas recientemente, que ejemplifican el dolor y la angustia de desconocer el paradero de un ser querido, tal es el caso de Herlinda Salcedo cuya hija, Martha Anaya, desapareció desde el pasado 12 de noviembre.
“Yo siento que alguien se la llevó, alguien la tiene, porque ella no hubiera abandonado a sus dos hijas que tiene, es muy responsable y todo el tiempo estaba en contacto conmigo”, dice doña Herlinda de su hija de 28 años desaparecida de la ciudad de Santa Ana hace dos meses. Martha estaba el pasado noviembre por cumplir los 28 años y preparaba una fiesta para su hija menor que cumplía 5 años.
“Siento que se la llevaron con engaños”, dice la madre de Martha y supone que pudo ser alguien conocido pues “ella era tan desconfiada que no se subía a un carro nada más por subirse… siento que no la dejan hablar, que no la dejan salir, porque era muy responsable son sus hijos, mas con la de cinco años, y sabia el dolor que me causaría como madre”.
El caso de Herlinda Salcedo y su hija Martha Anaya no es el único. Priscila Silva Vargas también de la ciudad de Santa Ana perdió contacto con su hija Monique Vargas desde el pasado 24 de octubre, cuando la joven salió a comprar a una tienda del centro de Santa Ana, por las calles Main y 17, al llegar doña Priscila a la tienda para encontrarse con su hija, ya no la halló. Según algunos testigos con los que pudo hablar doña Priscila, es posible que un par de hombres la hayan subido a un auto.
Para Francisco Barragán, de la Fundación de Sobrevivientes de Tráfico Humano, el tamaño del problema “es enorme”. De los 27 millones de casos que se producen en el mundo anualmente, el 80 por ciento es para el comercio sexual, mientras que al menos 300,000 niños desaparecen al año.
A Estados Unidos “traen al año 18,000 mujeres para ser vendidas, pero la mayor parte son secuestradas aquí. Los centros urbanos en los que más pasa esto están en California, que es uno de los cuatro estados con mayores casos. Los centros son San Francisco, San Diego, Los Angeles y Orange County. Las ciudades con centros de convenciones, agrega Barragán, son más propicias “por el turismo sexual”.
Sin embargo, es difícil contar con información confiable que describa la magnitud del problema, pues el sistema judicial por un lado mantiene en calidad de “desaparecidos” a una numerosa cantidad de personas que son víctimas de la trata humana, y los encarcela con cargos de prostitución y venta de drogas a personas, castigando a las víctimas en lugar de a sus explotadores.
Entre las voces expertas en el evento estuvieron la doctora Ana Nogales, de Casa de la Familia; el oficial Juan Villegas, del Orange County Sheriff’s Dept.; el detective Mike Judson, de Santa Ana Police Department – Crímenes Contra las Personas; Sherri Morris, del Salvation Army (OC Human Trafficking Task Force), y Rosana Nava, Defensora de las Victimas con el OC Human Trafficking Task Force.