Sufrida clasificacion cule

Barcelona sufrió más de lo esperado para clasificarse por sexta vez consecutiva para las semifinales de la UEFA Champions League, e incluso necesitó de un rengueante Messi para igualar el tanto logrado por Pastore al inicio de la segunda mitad y eliminar a un gran PSG que hizo méritos suficientes para pasar.

Vilanova acabó con las especulaciones una hora antes del inicio del encuentro: Messi empezaría en el banco y Adriano sería la pareja de Piqué en el eje de la zaga. Lo que no imaginaba el técnico azulgrana es que la eliminatoria se pondría tan fea y al final tendría que echar mano al crack argentino.

El choque empezó bien para el Barça. Un falta cerca del área dejó bien perfilado a Xavi para que probase directo al arco. El de Terrassa golpeó con intención, pero el balón se estrelló en el lateral de la red provocando un efecto óptico que hizo que medio estadio cantara el gol.

El PSG se repuso rápidamente del susto inicial con dos rápidas llegadas. Una acabó con un inocente disparo de Lavezzi y la otra vino provocada por una pérdida de Busquets que obligó a Piqué a salir raudo al corte.

El 0-0 con el que se llegó al descanso era la mejor noticia para los catalanes tras lo visto en la primera mitad, pero el PSG sólo le dio tregua 20 minutos: los 15 del intermedio y los cinco que tardó Pastore en anotar en una contra tras la reanudación.

Faltaba todavía un mundo, el Barça necesitaba un gol y Messi, al que ya no le quedaban uñas en el banco, miraba de soslayo a Vilanova esperando a que éste le llamara para calentar.

Messi salió al rescate de su equipo la última media hora y el Barça, por fin, encerró al PSG. Una jugada suya en la frontal en la que combinó con Villa acabó con un zurdazo de Pedro que metía al Barcelona de nuevo en la eliminatoria (1-1) a 20 para el final. Fueron sólo 10 minutos de asedio azulgrana, apenas dos tiros entre los tres palos pero suficiente para recuperar el mando.