Un curso gratuito ofrecido por Futuro Health busca mejorar las habilidades lingüísticas de latinos que quieran entrar al campo médico.

Por: Jenny Manrique

Buena parte de la familia de Rosalie García Bernal ha dedicado su vida al campo de la salud: doctores, enfermeras y dentistas en Zacatecas y Ciudad de México, la inspiraron para seguir ese camino en San José, California, donde nació. “No solo quería seguir su ejemplo sino que notaba que la comunidad de habla hispana era frecuentemente ignorada aquí en California”, dijo García con 30 años de experiencia como asistente médica, las últimas dos décadas en Kaiser Permanente.

Hija de padres inmigrantes que con frecuencia la llevaban a una curandera para aliviar sus males, García decidió pronto que quería ser enfermera a pesar del desánimo que le dio su consejera en una escuela católica secundaria, sobre la idea de aplicar para la universidad estatal de San José. “Me dijo que eso era aspirar muy alto y que con suerte podría entrar al colegio comunitario”.

Pero Garcia persistió y después de varios estudios notó que hablar español era un valor añadido: encontró un trabajo en una clínica de East San Jose y desde entonces todos sus empleos han sido con hispanos. “He trabajado por décadas en el área de ginecología y ha sido un gran privilegio ver a los pacientes tener sus bebés y convertirse en abuelas y que uno ha estado siempre ahí para abogar por sus derechos”. García siente que es parte de una extendida familia: en navidad comparte tamales con los pacientes, van a la misma iglesia, son amigos en Facebook y se dan abrazos durante los controles médicos.

“Es una carrera estable que me ha ayudado a tener un sentido de comunidad y respeto y también a mantenerme a flote económicamente incluso cuando la empresa de mi esposo cerró en 2010”, contó.

Recientemente varios sobrinos de Garcia se anotaron al curso «Tu Nuevo Futuro», una iniciativa gratuita de Futuro Health para que hispanohablantes mejoren sus habilidades en el inglés y puedan seguir carreras en el campo médico.

Segun la Dra. Margarita Loeza, directora de información de la Clínica Familiar de Venice en el sur de California, la pandemia de la COVID-19 ha corroborado la importancia de hablar español con los pacientes, más aún cuando “estamos muriendo a tasas muy altas”

“Necesitamos asistentes médicos que hablen inglés y español, farmacéuticos, técnicos, quienes dan las citas… necesitamos latinos en todos los campos del servicio médico y nos hemos quedado atrás por la falta de educación o por papeles. Todos esos determinantes sociales de la salud nos impiden prepararnos para apoyar a nuestra comunidad”.

Loeza celebró la creación del programa de Futuro Health que complementa la iniciativa llamada Mi Mentor, de la cual es cofundadora. A través de una aplicación que hace uso de las plataformas de Facebook y LinkedIn, Mi Mentor conecta a estudiantes subrepresentados como los beneficiarios de DACA, que tienen interés en carreras médicas, con doctores que los puedan orientar a seguirlas. El programa hoy cuenta con 12,000 miembros.

“Muchos latinos que quieren entrar en el campo de la medicina que tiene su propio lenguaje, no cuentan con tutores que crean en ellos y los alienten a seguir. Esto es importante porque un paciente que ve a alguien que luce como él y puede entender las diferencias culturales, va a tener más confianza a la hora de compartir cosas personales pero también para seguir un régimen de tratamientos y medicamentos acertado”.

Como hija de inmigrantes mexicanos y la mayor de cinco hermanos, Loeza comenzó a interpretar en los dos idiomas desde niña porque tras nacer con un desplazamiento de cadera congénito, pasó mucho tiempo en hospitales. “Es muy importante ayudar a la comunidad a comunicarse sobre su salud. Cualquier entrenamiento para mejorar las habilidades lingüísticas debe ser una prioridad de política pública”, concluyó.

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