Una final alemana

El fútbol volvió a castigar al Real Madrid, por tercer año consecutivo eliminado a las puertas de la final de la Liga de Campeones, en esta ocasión por un firme Borussia Dortmund al que no tumbó la épica madridista en el intento de remontada para levantar el 4-1 que encajó en la ida.

El manual de las remontadas se aprendió de memoria en el vestuario del Real Madrid. Los jugadores fueron fieles a la historia y se entregaron al máximo. José Mourinho optó por desmarcarse de una campaña que creó un ambiente mágico en el Santiago Bernabéu. Era una escenificación de un divorcio próximo. El técnico portugués optó por hablar de fútbol. No lo hizo en la ida, cuando apostó por un ‘trivote’ que desfiguró al equipo y sacrificó a Özil en la banda derecha.

El Real Madrid acabó encerrando a su rival. Buscando a la desesperada el pase a la final. Y lo rozó. Sergio Ramos dejó dos testarazos y al tercer intento, chutó un zurdazo a la red que dejaba todo a falta de un gol en los cinco minutos de tiempo añadido.

El Borussia mató el partido y el Real Madrid chutó contra el muro alemán para morir de nuevo en la orilla. La ‘décima’ tendrá que esperar. Quizás ya sin Mourinho, que llevaba razón cuando en los primeros pasos del torneo señaló al conjunto de Dortmund como un candidato al título.

OTRA VEZ GOLEADO

Un brillante ejercicio futbolístico en el Camp Nou, allí donde el Bayern de Múnich tenía una deuda histórica, le ha permitido al equipo bávaro clasificarse a lo grande para su décima final de la Champions, que jugará ante el Borussia Dortmund, tras imponerse sin paliativos (0-3) a un disminuido Barcelona que jugó sin Leo Messi.

A modo de traspaso de poderes, el equipo de Jupp Heynckes dio una lección de fútbol en el templo barcelonista. Acostumbrado a ofrecer exhibiciones en los últimos años, los azulgrana vieron la otra cara de la moneda y cedieron ante el incontestable fútbol de un gran Bayern.

La vida no es igual para el Barça sin Leo Messi. El día que estaba llamado a ser el gran protagonista, el mejor jugador del mundo se quedó en el banquillo aquejado de problemas físicos. Sin Messi, pero tampoco sin Sergio Busquets ni Alba ni Mascherano ni Puyol, a los azulgrana se le acumularon demasiados problemas desde antes de empezar el partido.

El Bayern dio una lección de sobriedad al Barca con un 7-0 en el global.