Las personas con discapacidades necesitan de atención médica y programas de salud por los mismos motivos que el resto de la gente: para mantener su bienestar, estar activas y participar en la comunidad.
Tener una discapacidad no significa no estar saludable o no poder estarlo. Estar saludable representa lo mismo para todos nosotros, es decir, estar y mantenerse bien para llevar una vida plena y activa. Esto significa que debemos contar con las herramientas y la información necesarias para tomar decisiones saludables y saber cómo prevenir las enfermedades.
Para las personas con discapacidades, esto quiere decir también que los problemas de salud relacionados con una discapacidades pueden tratar. Estos problemas, también llamados enfermedades o trastornos secundarios, pueden consistir en dolor, depresión y un riesgo más alto de contraer ciertas enfermedades.
Para estar saludables, las personas con discapacidades requieren de una atención médica acorde a todas sus necesidades en general, no solo con relación a su discapacidad. Las mayoría de las personas con o sin discapacidades pueden mantenerse saludables si aprenden a adoptar un estilo de vida saludable.
Una vida larga y saludable
Si bien las personas con discapacidades a veces tienen más dificultad que el resto de la gente para estar o mantenerse saludables, se pueden hacer muchas cosas para este fin.
Consejos para llevar una vida larga y saludable:
- Manténgase físicamente activo todos los días. Más información sobre la actividad física .
- Coma alimentos saludables en porciones adecuadas. Más información sobre nutrición .
- No tome demasiado sol. Más información sobre prevención del cáncer de piel.
- Hacerse chequeos médicos de manera regular.
- No fume. Más información sobre el tabaco.
- Tome medicamentos de manera prudente. Más información sobre seguridad de los medicamentos .
- Si toma alcohol, hágalo con moderación. Más información sobre el alcohol.
- Busque ayuda para tratar sus adicciones. Encuentre servicios para tratar adicciones cerca de usted.
- Manténgase en contacto con su familia y amigos.
- Si necesita ayuda, hable con su profesional de la salud.